Niños & Perros · Prevenir mordeduras
Los perros son compañeros maravillosos. Son parte de la familia y nuestros mejores amigos, y nos brindan compañía y amor incondicional. Por eso deben ser tratados con cuidado y respeto.
La mayoría de los perros son muy amigables y no muerden. Pero los perros y las personas no siempre hablan el mismo idioma y algunos perros muerden por motivos como: miedo, enfado, frustración o protección.
Según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria hay 70 millones de perros en Estados Unidos y 4,5 millones de personas son mordidas por perros cada año. Los niños son los más propensos a ser mordidos, pero la mayoría de los casos se podrían haber evitado.
Comprender el lenguaje corporal del perro, comportarse de forma educada con los perros y saber qué hacer cuando se acerca un perro extraño, puede ser la diferencia entre una buena interacción y una mordedura.
Reconocer las señales
Es importante comprender el lenguaje corporal del perro para ser capaces de reconocer cuándo un perro se siente incómodo y tal vez esté a punto de morder.
Los perros nunca muerden sin avisar, pero si bien algunos perros pueden gruñir, ponerse tensos o ladrar agresivamente, otros te darán advertencias tan sutiles o rápidas que es fácil pasarlas por alto.
Señales de un perro amistoso:
Cara feliz y relajada.
Postura corporal relajada.
Menear la cola alegremente.
Los codos del perro en el suelo y la parte trasera levantada.
Boca cerrada o lengua colgando.
Darse la vuelta sobre su espalda.
Señales de un perro no amistoso que no quiere que lo acaricien:
Retroceder con la cola metida entre las patas.
Abalanzarse hacia adelante ladrando y luego retroceder.
Orejas hacia atrás o altas en alerta.
Girar la cabeza retirando la mirada.
Lamerse los labios o jadear intensamente.
Postura rígida.
Menear la cola de forma lenta.
Gruñir.
Chasquidos al aire, sin hacer contacto.
Guía de seguridad para niños y perros
Estas son algunas pautas que los niños pueden seguir para mantenerse a salvo cuando estén cerca o en compañía de perros:
Nunca toques a un perro que no conozcas.
Incluso si conoces al perro, siempre pide permiso a un adulto que conozcas para ver si está bien preguntarle al dueño si puedes acariciar a su perro.
Incluso cuando tengas permiso, no invadas el espacio corporal del perro.
Permite que el perro se acerque a ti y te huela. Si el perro no quiere venir a saludarte, respeta esa decisión y déjalo en paz. No te acerques al perro por detrás ni lo acaricies directamente en la parte superior de la cabeza. La parte de la espalda y el pecho son las mejores zonas para acariciarlo. Si el perro se aleja mientras lo estás acariciando, probablemente haya decidido que ha tenido suficiente, así que déjale espacio y no lo sigas.
Nunca mires fijamente a un perro y nunca pongas tu cara cerca de la cara de un perro. Recuerda mirar al perro brevemente y luego mirar hacia otro lado, mirar y mirar hacia otro lado. Estas son señales de calma y apaciguamiento que le dicen al perro que no eres una amenaza.
No molestes a un perro.
Nunca toques a un perro que esté atado en un patio, fuera de una tienda o detrás de una cerca.
Avisa a un adulto de inmediato si ves un perro suelto en tu vecindario. No lo toques.
No toques a un perro mientras está comiendo. ¿Cómo te sentirías si un perro se te acercara mientras comes y tratara de quitarte la comida? Sospecho que podrías enfadarte o tratarías de evitar que el perro te quitara la comida. Es lo mismo para el perro, por lo que respeta su comida y no te acerques a ella.
No toques a un perro mientras duerme. Podrías asustarlo y él podría reaccionar sin pensar y morderte.
No le quites un hueso o juguete a un perro si está jugando con él.
No empujes a un perro del sofá o la silla si quieres sentarte allí. Siempre consigue que un adulto se lleve al perro por ti.
No grites ni huyas de un perro. Si un perro extraño se te acerca y estás asustado, junta las manos, quédate quieto, mira hacia otro lado e ignóralo por completo hasta que pierda el interés en ti y se vaya. ¡Se un árbol! Cuanto más aburrido seas, menos querrá el perro interactuar contigo. Cuando el perro haya terminado de olfatear y se aleje de ti, aléjate lentamente y cuéntaselo a un adulto. También puedes "ser un árbol" si estás en casa de alguien con un perro revoltoso. No te avergüences de pedirle a un adulto que guarde al perro en una habitación diferente si te hace sentir incómodo.
Si estás en el suelo y se te acerca un perro que te hace sentir incómodo, rueda sobre tus rodillas y acurrúcate en una bola con la cabeza hacia abajo y las manos entrelazadas detrás del cuello. Quédate quieto como una piedra hasta que el perro se aburra y se aleje.
En el improbable caso de que un perro te muerda y estés en el suelo, vuelve a ser una piedra, entrelaza las manos protegiendo la parte posterior de tu cuello y quédate lo más quieto que puedas hasta que llegue la ayuda.
Recuerda que un perro es un animal y no un peluche. A la mayoría de los perros no les gusta que los abracen. Abrazar en el lenguaje canino puede significar que el perro quiere pelear y no es una expresión de afecto como lo es en el lenguaje humano. Sé amable con todos los perros y no participes en juegos bruscos.
Nunca dejes a los niños pequeños solos con un perro, no importa lo amigable que parezca el perro o lo bien que lo conozcas. Es muy importante enseñar a los niños a comportarse de forma educada con los perros.
Todo comienza en la etapa de cachorro
La forma en que crías a tu cachorro es determinante para el futuro de tu perro. Una socialización y educación apropiadas son la clave para tener un perro seguro que no suponga un peligro para nadie.
REFERENCIAS
American Kennel Club | www.akc.org
Victoria Stilwell | www.positively.com
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